Tengo la sensación de estar jugando al ajedrez contra algo humanamente malévolo; pero también tengo la rara impresión de que hay dos tableros: uno, el que se ve, donde vemos al contrincante mover las piezas...
...pero hay otro debajo de la mesa, en imagen especular a la cuadrícula visible, pero con los colores del tablero invertidos: donde las piezas blancas son las negras y viceversa.
...Y que lo que se está jugando en ese tablero por debajo de la mesa, donde las piezas se mueven solas, en correspondencia con aquello que se está jugando en lo visible; son las piezas del partido que realmente importan.
Y que el verdadero ganador será el que dé jaque mate con las piezas invertidas del tablero oculto.
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