miércoles, 23 de julio de 2014

MEMORIAS de la fábrica de sueños (parte 8 de 8)

Hay muy pocos remordimientos que tenga respecto a las modificaciones que hice a los libretos al editarlos; de hecho NO me arrepiento de ninguno de los que hice; todos tenían una razón de ser, que ciertos adaptadores se lo tomen a título personal, no es mi culpa.

La única espinita que me queda al respecto, es sobre una integración de producto... y no, no fue de alimentos chatarra, ni de teléfonos celulares, ni de toallas sanitarias: fue sobre una vacuna.

Aclaro: yo estoy a favor de los esquemas de vacunación del estado; tampoco recomiendo a los que esto leen que dejen de vacunar a sus hijos o a ellos mismos en caso de ser necesario.

Sin embargo, para cierta telenovela juvenil, hicimos una integración argumental (sí, dentro de la trama y todo) a favor de un producto farmacéutico: una vacuna contra el papiloma humano.

Una de nuestras protagonistas adolescentes hablaba con sus padres sobre la importancia de esta medida preventiva y la llevaban al doctor; luego, la vacunaban.

Hoy, años más tarde, empieza a salir en las noticias que dicha vacuna, cuando la promovimos, todavía NO estaba aprobada por la FDA en los EUA: y que la propia creadora de la vacuna AÚN tenía sus dudas sobre la efectividad de dicho producto. Es más, hay rumores de efectos secundarios graves por la aplicación de dicha vacuna.

Y es entonces cuando te sientes parte de un complot tipo la película "El Jardinero Fiel": donde usan a los habitantes de África para hacer estudios de doble ciego para probar una vacuna contra el VIH; sin avisarles a los sujetos del experimento en cuestión, claro.

Mi único consuelo es que esas escenas sólo fueron exhibidas en su transmisión en México; y que fueron removidas para su versión internacional. O al menos, eso me dijeron.

Nuevamente, quedan al descubierto los acuerdos implícitos entre las grandes corporaciones y las multinacionales; no es lo mismo promover el consumo de un cereal fitness, que la aplicación de una vacuna todavía en estudios experimentales.

MEMORIAS de la fábrica de sueños (parte 7 de 8)


 Uno de los primeros conceptos en los que se me adoctrinó en el librito rojo de "melodrama clásico", de autoría atribuida a Lao Tse Pimpst, fue el de Lo Aspiracional. ¿Qué es eso?

Cínicamente, el dogma TV decía: "muéstrale al televidente esa vida de lujos y comodidades con la que sueña, pero que por su condición social, jamás podrá jodidamente tener ...(pun intended); dale algo para soñar, y que al mismo tiempo sea testigo de que los ricos también lloran, y que la pobreza es un estado cercano a la beatitud angelical".

Ese es un paradigma al que me tuve que enfrentar con amargura cuando salía a la luz en las juntas de diagramación de trama; y siempre venía a mi mente esa escena de "Devil's Advocate": ("Velo, pero no toques; toca, pero no lo pruebes, prueba, pero no mastiques, mastícalo, pero no lo tragues"). Así que nunca me lo tragué del todo.

Siempre me he preguntado, ¿por qué seguir apelando a ese principia mercadotécnico, dejando de lado por completo la llamada "movilidad social"? ¿Por qué no mejor hablar de "Lo Inspiracional" en lugar de lo anquilosado e insultante "Aspiracional"?

¿Es demasiado anárquico acaso hacerle ver al televidente que si así lo desea, puede obtener lo que desea, con voluntad y trabajo lícito?

¿No es demasiado cruel mostrarle cosas materiales maravillosas al espectador bajo el siniestro subtexto de que sólo podrá "poseerlas" ahí, en la telepantalla, en su mera imaginación?

Desafortunadamente, lo que le estamos enseñando hoy al público (quiérase ser didáctico o no, siempre hay una moraleja implícita en una telenovela o serie) es que la única vía de salir adelante es convertirte en un nuevo capo mafioso bajo la consigna "es mejor vivir cinco años como rey, a pasar el resto de tu vida como wey".

MEMORIAS de la fábrica de sueños (parte 6 de 8)

Sí, lo admito... de no haber sido becado por el Centro de Capacitación de Escritores de Televisa. hace 15 años, jamás habría logrado entrar al mundo del guionismo de TV. Sin embargo, a lo largo de todo ese tiempo, fui testigo de cómo el Diplomado en Creación Dramática fue evolucionando para cada vez volverse más y más "elitista".

Al principio, los 3... únicos requisitos que pedían era: preparatoria terminada, talento y disponibilidad tiempo completo. (Así fue como yo entré; dejando de lado una incierta carrera la Facultad de Ciencias de la UNAM).

En la generación siguiente (dos años más tarde), se pedía que los interesados fueran egresados o que estuvieran por terminar carreras relacionadas con las Ciencias de la Comunicación. También se les aplicó examen "creativo" igual que a mi generación. (Te daban un conflicto argumental ad hoc, y 2 horas máximo para escribir el guión).

Para la siguiente generación, dieron un paso aún más elitista; se pedía que no sólo fueran egresados de la carrera de comunicación o afín, sino que además fueran de Universidad Privada. (O sea, que sólo les faltó poner el típico aviso de "Politécnico y UNAM, inútil presentarse").

Y para no hacerles el cuento largo, generación next: el Diplomado se salió de la empresa para irse directamente a la Universidad Iberoamericana; ahí ya no supe más. Hubo un cambio de directivos y una entrega de diplomas digna del programa "Bailando por un Sueño" en un foro de la empresa.

Por cierto, cuando yo salí de la Escuela de Escritores resultó que la vinculación al interior de la fábrica era tan deficiente, que muchos productores y ejecutivos ignoraban que en la empresa se hubiera impartido tal diplomado. NADIE sabía de nuestra existencia. Y si lo sabían, lo olvidaban cuando les convenía.

O sea, fuimos como una especie de black-operation, donde nos entrenaron para manipular las emociones del espectador a través del guionismo; fuimos un experimento tan sigiloso y secreto que nuestros expedientes literalmente "desaparecieron" cuando hubo cambio de directivos; con decirles que a una compañera mía que necesitaba una constancia con valor curricular, se la negaron, pues en ningún lugar encontraron su expediente.

Así que la única constancia de haber estado en ese curso, es mi Diploma. Y el tiempo que trabajé, ya fuera del laboratorio de manejo de emociones a través de la palabra escrita.

Es una pena que al haber generado más de 50 egresados, a todos se les limite a ser los chalanes de las "vacas sagradas" o simples refriteros de novelas setenteras, sólo porque el criterio de inversión para cada nueva telenovela sea: "es un éxito ya probado, sólo tropicalízalo o actualízalo".

Tal vez ahí se encuentre parte de explicación del porqué las telenovelas mexicanas actuales están sufriendo un impasse creativo. ¿Y saben qué? ¡Se-lo-me-re-cen!

P.D. Este texto fue escrito con la enjundia de las "entrañas", sólo que reestructurado por el cerebro: tal y como ustedes me enseñaron.

MEMORIAS de la fábrica de sueños (parte 5 de 8)

Sí, a veces la presión de la producción y velocidad de una grabación requiere aumentar el número de guionistas que desarrollen una escaleta; así que podría haber 1.5 escritores fantasma por cada guionista oficial (con crédito en pantalla); oh, sí: yo he sido uno de esos 0.5 fantasmitas.

Todo esto presume un "pacto de caballeros" (o damas) entre los implicados; sin embargo, los problemas comienzan cuando el productor promete darte crédito si le ayudas al equipo literario a sacar libretos a la velocidad de la luz para su respectivo desglose y grabación.

Con decepción, recuerdo a cierto productor, famoso por sus novelas de tema populachero (tipo el Mayor Premio) que le prometió a su jefe de escritores anexarme oficialmente a la nómina si les ayudaba a sacar el thriller que ya estaba en pantalla (pista: diamantes, muchos diamantes ocultos en un camino secreto).

Y es que de los escritores conocidos del productor, la mayoría eran especialistas en farsa barata y no en thriller por eso me llamaron específicamente a mí.

De buena fe (jajaja, que ingenuo fui) entre los implicados comenzamos a tirar líneas argumentales y a desarrollar escaleta. Ya en la recta final, cuando ya se había hablado con los ejecutivos correspondientes, respecto a mi pago... Mr. Producer puso como "asistente literario" ¡a su primo! (era más que obvio, por los apellidos).

Como mi nombre nunca apareció en la portada del libreto (ni en pantalla), no había forma de probar mi fantasmagórica participación. Se acabó la novela, y empecé a darme vueltas por las oficinas de Mr. Producer, pidiendo una cita con él.

Otra pista: tanta es la paranoia de este señor, que hasta CCTV tiene en la recepción de su oficina. Como era de esperarse, "me vio", pero nunca me recibió. Y el centro de costos (el presupuesto) se cerró.

No'más fueron los últimos 42 libretos de la novela y 3 meses "desperdiciados" de mi vida; pero una cosa sí me quedó clara: "a las palabras se las lleva el viento", especialmente en el tercer piso del edificio de producción de la fábrica de sueños.

MEMORIAS de la Fábrica de Sueños (parte 4 de 8)

La mayoría de las empresas se jacta (o al menos recalca) que no discriminan por preferencia sexual, religiosa, etnicidad, etc.

Sin embargo, en la práctica... no siempre es así. Y menos en la fábrica de sueños: la creadora de estereotipos de belleza; donde todo es juzgado por las meras apariencias.

Mi trabajo como editor literario no requiere que ...salga a cuadro, así que podía darme el lujo de ser "feo" y presumir que jamás me había tenido que acostar con alguien para conseguir un contrato (y todos me creen, of course).

Ah, pero... entre escritores es otra cosa: vari@s proyectan sus frustraciones y deseos en los libretos, como cierta guionista que padecía obesidad mórbida y que me rechazó con sólo ver mi foto del currículum

- "Ay, no me gustan sus rastas"- dijo ella;

- Mana, pero si no te vas a casar con él; cada quien en su casa... - dijo su amiga.

- Pero yo quiero un editor así, como Bad Pritt, werito, con clase.... (la gorda se empieza a acariciar sensualmente pantorrillas).

Ejem.... total, ni siquiera llegué a la entrevista con el productor en cuestión sólo porque a la gorda no le gustó mi pelo.

Posteriormente, con las ganancias del horrendo refrito que escribió de cierta novela, la escritora tuvo para pagarse un bypass gástrico y reducir así su lonja; luego consiguió marido con su nuevo cuerpo y vive feliz en zona residencial.

Yo, sigo con mis rastas; y estoy pensando seriamente en raparme.

MEMORIAS de la fábrica de sueños (parte 3 de 8)

Érase una vez, un libreto (creo que era el 406) donde el final de viernes (el más importante de la semana) era con la protagónica adolescente diciendo: "el maestro se quiso meter conmigo en la regadera".

En realidad ella estaba con sobredosis de tacha y el maestro la metió a la regadera fría (con todo y ropa) para combatir el golpe de calor. Como... la chava estaba drogada, no recordaba bien lo que pasó.

El inocente y creativo editor literario (yo) pensó... "le falta punch" y cambié la línea a "el maestro me quiso toquetear en la regadera".

Pero lo que nadie se esperaba, hasta que lo vimos al aire, es que el director de escena le cambió a: "¡el maestro me quiso violar en la regadera!".

NEXT: violenta tormenta telefónica tetra-partita entre productor, escritora, editor, director.. porque lo que sucedía el capítulo del Lunes (echan de la casa al maestro) se veía demasiado débil para la fuerte acusación de la chava.

CONSEJO: (me lo dio la jefa de Supervisión Literaria, meses después). Mucho ojo, Iván... si escribes una escena fuerte y acotas "se escucha un balazo y el personaje X cae", el director SIEMPRE hará más intensa la escena (habrá forcejeo, un balazo, y el personaje X caerá, en medio de un charco de sangre).

Y pensar que hay "escritoras" que se desmayan si a su retoño le sale sangre por la nariz...

MEMORIAS de la fábrica de sueños (parte 2 de 8)

En un post anterior quedé en revelar de cierta maniobra "gangsteril" de parte de un cliente.

Y no, no hablo de un reconocido Osito que si no le gusta cierta novela por inmoral, indecente o por presentar actos contra natura, retira sus anuncios.

Esta vez, el responsable del chantaje (no encuentro otra forma de describirlo) no fue no una, ...sino varias... ¡empresas farmacéuticas!

Con decirles que se tuvo que cambar TODA la trama de la telenovela (faltando tres semanas para entrar a grabar; o sea, el infierno de los guionistas).

¿Qué pasó? Pues que de alguna manera se filtró al exterior que parte de la intriga de esa telenovela involucraba a un gran laboratorio farmacéutico que en realidad era una compañía dedicada a crear armas bioquímicas.

Y entonces, Big Pharma saltó, junto con los productos milagro, amenazando con que retirarían su publicidad de todos los canales de la empresa, si nos atrevíamos a hablar mal de la industria farmacéutica.

¿Por qué se sintieron aludidos? ¿Acaso existe alguna empresa que fabrique ácido acetil salicílico, insecticidas, pesticidas y gases nerviosos... todo al mismo tiempo?

La fábrica de sueños tuvo que ceder, y en los ajustes para la versión a grabar, se eliminó lo del gran complejo industrial y lo cambiamos con un pequeño laboratorio casero, dirigido por un científico casi autista; patrocinado por el villano, claro.

Sólo les daré una pista: el original de esta novela es argentino, y se llamaba "Resistiré".


https://www.youtube.com/watch?v=-G2KZ4WRiAQ

MEMORIAS de la fábrica de sueños: (parte 1 de 8)

Mucho se ha escrito y especulado sobre la nueva ley que prohíbe la publicidad de alimentos chatarra y refrescos, lo cual le ha dado al traste a las telenovelas juveniles e infantiles; yo trabajé 13 años en ellas (las juveniles) y pues, ese nicho se nos ha cerrado.

Lo único que NO voy a extrañar de esa dinámica son las reuniones con mercad...otecnia y "el cliente". Jamás en mi vida he conocido gente más zalamera que los de "ventas" (representando a la empresa) y más intensa que "el cliente" (representando a los anunciantes); es un festín de hipocresía y sobreactuación que ni en el mismo foro de grabación se daba.

Lo más divertido era ver que ambas partes sabían que estaban jugando su rol, instalados en la banalidad y el más puro culto al hedonismo. Las de ventas, siempre tan amables, vestidas tan chic, hablando de las maravillas de su nueva máquina de café expresso; más siempre tensas por el temor de echar a perder la reunión. En dos palabras: "pobres neuróticas".

Por su parte, "el cliente" tratando de ver si podía cambiar la trama de la novela a favor de su producto; (por eso me llamaban a mí, para decirles porqué NO se podía hacer una integración tan obvia); claro, siempre llegábamos a un acuerdo....

....pero no es lo mismo mostrar un celular en pantalla que hacer toooda una subtrama para ver al protagónico soñando con comprar su aparato, yendo a la tienda, comprándolo, para que luego le llame a la protagónica "porque sólo quería escuchar tu voz".

Para "el cliente" una frase: "¡Bájenle a su histeria!

Sin embargo, una vez fui testigo de una práctica que podríamos llamar "gangsteril", por parte de un cliente... pero eso será tema de otro post.